* La historia de mi iniciación en la ecología menstrual (tengo derecho a inventarme términos mientras publique en mi blog...

Por qué comprarse una copa menstrual

11:40 Consumo Natural 2 Comments

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La historia de mi iniciación en la ecología menstrual (tengo derecho a inventarme términos mientras publique en mi blog, ¿no?) surgió de la forma más inesperada. Mi hermano estudió Dietética y una vez entró en ese mundo se introdujo también en una espiral de concienciación que ha terminado arrastrando a parte de la familia (y finalmente también a terceros) –pero de esto ya hablaremos en otro momento, que entradas potencialmente publicables hay muchas– y después de un tiempo trabajando en una tienda ecológica, un día cualquiera dejó sigilosamente en mi habitación un panfletito informativo sobre la copa menstrual.

Yo ya había oído hablar de ella hacía tiempo pero siempre lo había visto como una cosa rara y asquerosa que la gente usaba por usar. Realmente sólo había escuchado comentarios y ni sabía bien en qué consistía ni conocía sus ventajas, pero tampoco nadie se había parado directamente a hablar conmigo de su experiencia personal. De hecho, el último comentario que escuché fue en unos vestuarios del gimnasio, en una conversación entre dos mujeres. Yo pensaba que era cosa de señoras.

El caso es que allá por 2014 (bueno, vale, no hace tanto de eso, pero suficiente para poder hablar con autoridad de mi experiencia con la copa menstrual) fui con mi hermano (el susodicho del panfletito anónimo) y una amiga a la feria de Biocultura en Madrid. Después de recorrer los stans comiendo un montón de cosas (el paraíso gluten-free, había tantas alternativas para mí) acabamos cerca de uno de cosmética cuyo nombre no recuerdo. Mi hermano empezó a insistirnos con lo de comprarnos una copa menstrual pero yo tenía muchas dudas al respecto y, viendo que no hacíamos nada, nos arrastró hasta el stan y le pidió a la mujer que nos informara sobre ella. Y así, aclaró todas mis dudas que como seguramente muchas de vosotras tengáis, voy a resumir brevemente.

-¿Qué es exactamente la copa menstrual?
Al estar allí pude comprobar físicamente cómo era. Yo me imaginaba un embudo enorme de papel que no habría por dónde meter, algo complicado y enrevesado que traería muchos problemas, pero no era más que una copita de plástico. Así.

Puede parecer una tontería pero una de las cosas que más me echaba para atrás era no poder verla, tocarla y saber muy bien qué iba a introducir en mi interior, pero la mujer que estaba allí nos la enseñó muy agradablemente y nos dejó comprobar todo lo que quisiéramos.

-¿Cada cuánto tengo que cambiarme?

Sinceramente, no recuerdo cuál fue la respuesta a esta pregunta pero aquí os cuento mi experiencia. A veces me olvido de que llevo un montón de horas sin vaciarla y es como: ups, debe estar a rebosar. Y no. Yo siempre he tenido una regla normal, ni muy abundante ni muy escasa. Y con la copa a veces salgo a trabajar por la mañana (a eso de las 8 y pico) y llego a casa a las 7 y cuando me cambio no he tenido ningún problema.

-¿Cómo me cambio en un baño público?
Ésta era una de las cosas que más me echaba para atrás. Según me contaron, para cambiar la copa sólo tenías que sacarla, vaciar la sangre y enjuagarla con agua para volverla a usar (a principio y final de la regla hay que ponerla en agua a hervir para higienizarla del todo). Así de fácil. Pero obviamente, esto no es tan sencillo en un baño público. Primero porque el lavabo está fuera. Y segundo porque es mucho más sucio y da como cosa. La solución que me dieron fue vaciarla y limpiarla un poquito con papel y después en casa limpiarla bien. El caso es que prácticamente nunca me ha hecho falta cambiarla en un baño público por lo que os comentaba en la pregunta anterior. Y con respecto a mancharse las manos, a ver, yo era muy asquerosita con eso, pero quizá te manchas un poquito al sacarla y no es un drama. Es tu sangre. Te limpias con un papel si estás en un baño público y ya te lavas las manos. No es ningún trauma.

-¿Cómo me la pongo?
No voy a enrollarme aquí porque hay un montón de explicaciones por Internet (como ésta) y también en el papelito que viene cuando la compras. Sólo quiero mencionar el único problema que yo he tenido con esto. Una vez se introduce se supone que se tiene que abrir completamente y si no, con que la gires un poco ya se abre. Yo a veces le daba más vueltas que a un reloj y no había manera de que se abriera del todo, hasta que descubrí que lo más fácil era sacarla y empezar de nuevo. No os compliquéis la vida. Cuando empecé a usarla no tuve ningún problema en que se abriera, pero después de unos meses me empezó a pasar y yo me decía: ¡oye! Que llevo meses usándola. ¿Qué pasa ahora? ¿Se me ha olvidado cómo usarla? Pero nada, es eso. Paciencia y vuelta a empezar. Ahora ya no tengo ningún problema porque desde el primer momento en que no se abre, la saco y vuelvo a empezar y no tardo absolutamente nada.

-¡¿Cómo me la saco?!
Quizá esta pregunta haya sido mi mayor problema y fruto de miles de búsquedas en Internet. La primera vez que fui al trabajo con ella sentía que se había perdido en mi interior. Fui al baño porque no podía esperar a comprobarlo y nada, no notaba el rabito, no había manera. Me empecé a agobiar hasta que asumí que no me quedaba otra que esperar a terminar la jornada, llegar a casa e irme a urgencias. Lo asumí con toda naturalidad, como si de verdad no tuviera solución. Pero cuando llegué a casa, sentada en mi baño con comodidad sin tensión y sin hacer presión vi que no había ningún problema, que la copa seguía ahí y que salía. De verdad, no es como las llaves. No se pierde. Os lo jura una chica que se creyó que su próximo destino era el hospital.

-¿Es cómoda?
Es lo mejor que me ha pasado en la vida. A ver, vale, exagero un poco, pero si anteriormente os digo que a veces me olvido de cambiarme no es sólo por todo lo que aguanta. Es porque no la notas, porque no tienes un hilito ahí colgando siquiera. Natú, la copa que yo me compré, tiene una especie de rabito hecho de bolitas.
Imagen de: http://www.menstrualcupshop.com
En el papelito informativo ponía que lo cortaras según las necesidades de tu cuerpo, que la idea es que no sobresalga nada. Los primeros días, como yo estaba paranoica, la dejé tal cual porque creía que tenía que sobresalir y que si no, no habría manera de sacarla. Pero el caso es que me molestaba un poco. El día que decidí cortar una bolita (y no me ha hecho falta más) descubrí las verdaderas maravillas de la copa menstrual. Es lo más cómodo que puedes usar durante la menstruación. De verdad, os lo juro. Es mucho más cómoda que los tampones y, por supuesto, que las compresas. Es como llevar nada. Incluso las veces que se me ha llegado a llenar, me he dado cuenta por alguna fuga, pero no por ninguna sensación molesta.

Ventajas e inconvenientes
Hay dos grandes ventajas que para mí valen más que cualquier pega y son:
-Motivos ecológicos. Una copa menstrual dura años, depende del uso, de la marca y del cuidado que se le dé. Ponte a calcular cuántos tampones y compresas usas cada año y multiplícalo por el número de años que tu copa menstrual pueda durar. Es una barbaridad de productos desechables que no perjudicarían al medio ambiente porque no exisitirían.
-Dinero. Supongo que la gente que se pasa por este blog comparte mi preocupación por el medio ambiente, pero para los que han llegado aquí por otros medios, repite el punto número uno cambiando el consumo por el dinero. ¿Cuánto gastas en tampones y compresas cada año? Hay distintos precios, pero a mí la copa que uso me costó con una oferta 15 euros. 15 euros por los años que me dure. Compensa, ¿no?

Por otro lado si me pongo a pensar en inconvenientes, pues no sé. Supongo que el tema de cambiarse fuera (si no tienes la suerte que tengo yo y tienes una regla súper abundante que te obliga a cambiarte en sitios públicos –y aún así, en algunas marcas hay distintos tamaños según flujo, en Natú sólo distinguen por edad y partos y esas cosas) y el hecho de tener que lavarla que puede parecer poco higiénico. Pero no lo es.

Me gustaría que si alguien tiene dudas sobre este punto, aspectos que le parecen negativos o inconvenientes y que no he comentado, lo deje en los comentarios para ver si puedo aclararos algo. ¡Yo encantada!

Ester 

*Gracias a Freepik por la imagen.

2 comentarios:

  1. ¿Sabéis si son cómodas a la hora de hacer ejercicio? Yo hago mucho deporte y no sé si en medio de algún abdominal podría salir propulsada.

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