El viernes pasado, Alicia y yo fuimos a comer a Rayén Vegano , así que hoy toca contar nuestra experiencia. Como su nombre da a entender,...

Rayén Vegano: restaurante vegano y gluten-free

12:55 Consumo Natural 0 Comments

El viernes pasado, Alicia y yo fuimos a comer a Rayén Vegano, así que hoy toca contar nuestra experiencia.
Como su nombre da a entender, es un restaurante vegano y ecológico que además tiene opciones gluten-free, así que era el restaurante perfecto al que ir juntas. La pena es que no pudimos disfrutar de la comida con calma porque yo tenía que irme a trabajar y sólo teníamos media hora para comer (que al final fueron 45 minutos y llegué tarde).

El restaurante es un poco pequeño así que conviene reservar con antelación. Cuando nosotras llegamos, sólo quedaba libre nuestra mesa, y seguía llegando gente así que no hubo ni un momento en que se encontrara una mesa vacía. Por desgracia, nos tocó sentarnos al lado de la puerta y cada vez que entraba alguien paraba a nuestro lado mientras esperaba a que le atendieran, por lo que intimidad cero. Pero vamos a lo que importa: la comida.

Pedimos un menú del día por 13,50 cada una; que incluye primer y segundo plato, bebida (a elegir entre agua normal, de cardamomo y un par más de las que no recuerdo el nombre) y postre, café o infusión. La pega es que sólo se puede elegir entre dos primeros y dos segundos, así que en cuanto haya algún plato que no te guste, olvídate de elegir. No sé si a esa hora se puede pedir de carta o sólo menú del día, pero como íbamos con tanta prisa no quise molestarme en preguntar y fui a lo rápido. Por otro lado, los 4 platos de menú eran aptos para celíacos.

Noodles de calabacín y zanahoria

De primero Alicia pidió unos noodles de calabacín y zanahoria con guisantes y algo más (el nombre de los platos era difícil de recordar) bastante ricos. La cantidad era generosa para un primer plato. El hecho de que todos los platos fueran gluten-free facilitó que las dos pudiéramos probar ambos, así que yo estaba encantada de poder probar del plato de mi acompañante, que normalmente no suelo tener esa suerte.

Crema de calabaza

Por mi parte, pedí una crema de calabaza que estaba deliciosa aunque, en este caso, la cantidad me pareció escasa (sobre todo con el hambre que llevaba). De todas formas, decidí esperar al segundo plato antes de juzgar las cantidades, porque en el caso de los noodles sí que estaba bastante bien.

Estofado de lentejas

Pasamos a los segundos y también pedimos uno de cada. Alicia se decidió por un estofado de lentejas (o algo así; eran unos nombres algo largos para recordarlos tres días después) que en este caso no probé porque no me gustan mucho las lentejas. He aquí el dilema que mencionaba antes: si hay un plato que no te gusta, sólo te queda una opción (y más vale tener suerte y que ése sí te guste).

Tofu con verduras

Mi segundo plato era tofu con verduras y la verdad es que este plato estaba muy, muy bueno y bien de cantidad. La salsa verde no sé de qué era pero tenía un sabor riquísimo con un ligero toque de aceite de oliva. Buenísimo, de verdad.

"Brownie" sin chocolate

Y no podemos olvidarnos de la parte más importante: ¡los postres!
Aquí sí había más opciones para elegir y, en este caso, algunas eran sin gluten y otras no. Yo me decidí por una especie de brownie sin chocolate muy rico. Al principio me pareció que la cantidad era poca, pero una vez me lo comí comprobé que era la cantidad perfecta. Es este tipo de postres que llenan mucho con poquito, así que no tuve queja.

Muffin crudo de cacahuete

Alicia, por su parte, se decidió por un muffin crudo de cacahuete, que también era sin gluten, y ambas concluimos que estaba muy bueno. La verdad es que los postres fueron un buen final.

En general, no salí ni contenta ni descontenta. Puede que fuese por las prisas y por no poder comer tranquila por lo que no disfruté de la comida, así que creo que debo darle otra oportunidad, pero sí que es verdad que el precio del menú del día me pareció que no compensa las cantidades, aunque también hay que tener en cuenta que son productos ecológicos. Pero, como digo, espero poder ir un día en otro horario y probar también la carta (u otro menú del día) antes de decidir definitivamente si merece la pena ir de forma habitual o no. Como os digo, la comida está rica pero dependiendo del plato "se sale de lo habitual" o no. Lo que sí le suma un montón de puntos es la amabilidad del personal; que además se informaron bastante bien preguntando en cocina por el tema de gluten antes de confirmarme qué podía comer y qué no, y que nos atendieron durante nuestro rápido paso por el restaurante con una sonrisa.

Volveremos pronto y comprobaremos qué tal la segunda experiencia.
Si alguno de vosotros ha ido alguna vez a Rayén Vegano y quiere contarnos qué tal le fue, tenéis abierta la cajita de comentarios.

Hasta pronto,
Ester.

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